sábado, 2 de noviembre de 2013

Cuba reafirma en Nigeria su solidaridad con el Pueblo del Sahara Occidental

   El Embajador de Cuba en Nigeria Hugo René Ramos Milanés participó en el Coloquio Africano de Solidaridad con la lucha del pueblo del Sahara Occidental, convocado por el Nigeria Labour Congress y las organizaciones africanas de la sociedad civil. El cónclave sesionó del 28 al 30 de octubre, en Abuja, capital de Nigeria.

En su intervención el Embajador cubano reafirmó el permanente apoyo de Cuba a la causa del pueblo saharaui en su lucha por su autodeterminación, independencia y pleno usufructo de sus recursos naturales. Ratificó también la continuidad de la colaboración solidaria en terrenos como la educación y la salud.

En la declaración final del evento los 300 delegados de más de una veintena de países reunidos en la Conferencia Africana de Solidaridad con el Pueblo del Sahara Occidental, hicieron un llamado a  la Unión Africana y a sus Estados miembros  para que impongan sanciones económicas y diplomáticas contra Marruecos, al mismo tiempo aprobaron que las organizaciones sindicalistas y de la sociedad civil organicen campañas  contra las compañías y las multinacionales que realizan negocios con Marruecos en territorio Saharaui; decidieron también que el Movimiento Panafricano organizará un Programa de Asistencia Humanitaria para los saharauis que viven refugiados en los campamentos, entre otras acciones. (Cubaminrex /Embacuba Nigeria).

Estudiantes Saharauis en la Escuela Internacional de Medicina en la Habana

















viernes, 1 de noviembre de 2013

Los Beisbolistas del Sahara

¿A quién le sirve hoy un partido de béisbol en el desierto?  Una crónica de Leonardo Faccio
Ilustraciones de Martín Elfman 2012.


Faccio
Muna Alialal, una niña saharaui que vestía una camiseta con el dibujo de un corazón, me llevó una tarde a ver un juego de béisbol en el desierto. En el sudoeste de Argelia, donde estábamos, las carreras de camello siguen siendo el deporte tradicional, el calor asciende sin freno a los cincuenta grados y los espejismos son parte de la ficción natural del día. Ver un partido de béisbol en el Sahara parece una ilusión óptica, sólo que el bateador estaba realmente allí: llevaba un turbante en lugar de casco y había siete jugadores que corrían descalzos por la arena. Habían puesto cartones para marcar las bases, y el campo de juego era la planicie de piedras y arena conocida como hammada, una palabra árabe que nombra a la porción más árida del páramo más gigante del mundo, y que los beduinos, los nómadas del desierto, usan para mandarte al infierno. La pasión por pegar a la pelota con un bate había llegado hasta donde uno puede morir deshidratado sólo por caminar rápido. Allí los pies se hunden en la arena y sientes que envejeces con cada paso que das. Sólo los niños, inconscientes, corren sin tener una meta. Muna Alialal había nacido allí: en un campamento de tiendas de lona y casas de adobe cerca de las fronteras de Marruecos y del Sahara Occidental, la tierra de la cual toda su familia había sido desplazada. No tienen trabajo ni moneda propia. Hoy viven más de ciento cincuenta mil saharauis refugiados en este rincón de Argelia. También los beisbolistas del Sahara.
—Vamo’ mi yunta —alentaba un hombre de turbante.(Para terminar de  Leer más, entrar en la siguiente enlace) 

Los estudiantes saharauis en Cuba


Entrevista con el profesor y escritor Bahia Mahmud Awah
Un poco de historia…
Colonia española desde 1884 hasta 1976, la situación del Sahara Occidental no ha cambiado e intriga todavía…los saharauis representados por el Frente Polisario piden su independencia y el fin de la ocupación marroquí a su territorio.
 
 
Marruecos se opone a esta decisión y reivindica esta parte del territorio saharaui. Ciertos países acogen este « trocito de África » en su territorio como es el caso de Argelia que protege y ayuda al Frente Polisario. Además acoge a más de 200 mil refugiados saharauis. Este conflicto agrava las malas relaciones existentes entre los dos países magrebíes. Además sin la solución al conflicto impide la creación de la Unión del Magreb Arabe.

Bahia Mahmud Awah

Muchos saharauis estuvieron y están enviados todavía hacia varios países para cursar sus estudios superiores como España, Argelia, Italia, así como a otros países Latinoamericanos como es el caso de Venezuela, Cuba o México. Muchos de estos estudiantes, iban a Cuba por mucho tiempo para terminar su formación en la enseñanza media y superior. Pero hoy, el sistema de becas utilizado sale demasiado caro para el gobierno cubano tras el declive de su economía a partir de los años 1990 tras la desintegración de la ex Unión Soviética. Los últimos estudiantes que llegaron a la isla fueron en los años 90, de los que algunos muy pocos aún están en la isla finalizando sus carreras universitarias en medicina y en otras disciplinas, que al concluirlas regresarán a su casa en el Sahara Occidental.

Para aclararme sobre este tema, he tenido una entrevista con Bahia Mahmud Awah, profesor honorario e investigador en Antropología social vinculado en a la Universidad Autónoma de Madrid, y que también es poeta, investigador y escritor. El supo encontrar las palabras justas para explicarme lo que es realmente un saharaui. Ha vivido 7 años en Cuba donde ha estudiado telecomunicaciones. Supo sacar lo mejor de esta cultura y explicarme cómo esos « expatriados » han podido cohabitar con un pueblo diferente pero tan cercano a la vez, como es el cubano.

Se llama Bahia como su tío, un poeta saharaui conocido en la literatura del Sahara Occidental, procede de una familia originaria de Tiris impregnada en el ámbito literario saharaui. Al terminar sus estudios superiores, empezó a escribir sus primeros poemas y reflexiones personales cuando tenía 25 años. Hombre cultivado en su cultura, que ha sufrido la injusticia del éxodo y la guerra, Bahia está convencido de que un día, regresara a casa en su propio país. En uno de sus libros « El sueño de volver » nos hace descubrir al genuino saharaui. Cuenta la historia del Sahara Occidental durante esos últimos 40 años. Recuerda también su infancia pasada cerca de su familia así que sus años pasados en Cuba. Cuenta esos momentos únicos y memorables de manera a veces poética.


Vivir como un saharaui en Cuba

Muchos saharauis han podido estudiar en Cuba ya que es un país amigo, asumiendo el estar lejos de sus familias y conviviendo con otra cultura y religión diferentes a las suyas.
Una vez llegados a la isla los estudiantes son destinados diferentes ciudades en función de su nivel. Al principio, los menores se quedaban a estudiar en la Isla de la Juventud (Antiguamente Isla de Pinos) para seguir sus estudios hasta terminar el bachillerato. Los mayores de nivel superior se encontraban alojados en las otras provincias de Cuba para sus estudios universitarios. A partir de 1983, el funcionamiento cambió: sólo los adolescentes que tenían más de 14 años iban a Cuba para estudiar el bachiller, niveles superiores de formación profesional o universitaria. Todos estos estudiantes se alojaban en residencias universitarias incluidas en sus becas de estudios que compartían con los estudiantes cubanos de otros países de África y Latinoamérica.

Vivir en Cuba para un saharaui es más fácil que para cualquier otro musulmán. Así como me lo explicó el profesor Bahia Mahmud Awah, sobre todo en su época, esta cohabitación se hizo naturalmente, ya que Cuba es una sociedad Afrohispánica: situada en África, el Sahara Occidental fue colonizada por los españoles y la lengua, el castellano, los acerca a esa cultura hispana en general.

Un saharaui tiene su propia cultura, una cultura peculiar y diferente a los demás países árabes y africanos. En efecto, la religión se estableció muy tarde en el territorio saharaui lo que hace de ella una sociedad creyente pero sobre todo laica. En efecto, esta sociedad no vive al ritmo de la religión como en la mayoría de los otros países árabes y musulmanes. Los saharauis manifiestan mucho más tolerancia y aperturas de miras. La religión es personal y cada uno la práctica libremente a su manera.

En Cuba, no hay ninguna mezquita para rezar pero eso no es un problema, ya que los saharauis según sus tradiciones suelen rezar en su casa más que en las pocas mezquitas que había en el territorio. Referente a la comida, consumían la carne de res o de cordero aunque no estuviera sacrificada según los ritos musulmanes. En cambio, no consumían el cerdo y ni bebían alcohol. Los saharauis son discretos y practican su religión a su manera sin juzgar a los demás.

Como en todas partes en África se divierten compartiendo sus ratos de ocio con momentos de alegría y de fiesta juntos con sus amigos cubanos de otros países. Los saharauis en ese país se han integrado en la sociedad sin desarraigarse en su cultura y su lengua.
Una multitud de sitios internet marroquíes publican graves acusaciones sobre la situación de los estudiantes saharauis en Cuba. Algunos afirman que se utilizan a niñas como esclavas en las grandes propiedades o que se prostituyen. Otros añaden que los niños trabajan en los campos de caña de azúcar o de tabaco como mano de obra barata. Dicen que en la escuela aprenden el español, la ideología marxista-leninista, la instrucción militar con el manejo de las armas. Y todo eso lejos de sus padres sin ninguna noticias de ellos. Estas últimas afirmaciones forman parte de la educación cubana y todos los estudiantes lo aprenden. Además, las relaciones entre Cuba y el resto del mundo son difíciles sobre todo por correo.

Según Bahia Awah, son puros inventos del régimen marroquí; en efecto, los saharauis estuvieron siempre bien aceptados en Cuba y Bahia lo reafirma. Estos niños y adolescentes vienen hasta Cuba para hacer sus estudios en un país que acepta ofrecerle este privilegio de estudiar y ser personas cultas y libres, posibilidad que no les hubiera sido posible en la situación en el que está inmerso el pueblo saharaui fuera de su territorio.

Los saharauis son muy abiertos y se integraron muy bien en Cuba gracias a la lengua castellana que comparten con Latinoamérica en general. Y por otra parte así los marroquíes reaccionaron de la misma manera cuando hablan de los saharauis que huyeron de su propio territorio hacia Argelia, en los campos de Tindouf, calificándolos de « secuestrados ». Eso es desgraciadamente una estrategia política.
En Cuba, están orgullosos de los estudiantes saharauis. Cuba es famosa por su sistema educativo muy de mucho prestigio internacional que ofrece a varios países como el Sahara Occidental y a otros que no disponen de esa estructura educativa donde los menores no tienen esta oportunidad que le ofrece Cuba.
Por otra parte, la Unión Arabe de Cuba envió una carta al presidente saharaui Mohamed Abdelaziz. Sus miembros felicitaron al pueblo saharaui en su lucha por la independencia con motivo del aniversario de la iniciación de la lucha armada saharaui contra la ocupación ilegal marroquí.

Últimamente, en mayo de 2013, el Embajador de la República Arabe Saharaui Democrática hizo un homenaje al apoyo que ofrece Cuba para su pueblo. Estos dos países mantienen una relación muy fuerte. Esta oportunidad es un privilegio para esos estudiantes que se enriquecieron intelectual y culturalmente.
Colaboracion de: Merhrioui, Nadia

www.islamhoy.org

El Maestro Saharaui

El pasado martes día 15 de octubre se proyectó en la localidad sevillana de San José de la Rinconada,la película titulada "El maestro saharahui" que muestra los vínculos entre el pueblo cubano y los pobladores del Sahara Occidental.

El cine forum fue organizado por la Asociación de Amigos del Sahara de La Rinconada, Sodepaz Andalucía y la Asociación de Cubanos Residentes en Andalucía "Tocororo"

El local quedó pequeño para el numeroso público que participó en el acto tanto para ver el film como para intercambiar opiniones al término de la proyección.

Cuba y Sahara: la solidaridad entre pueblos en resistencia es invisible para los medios

En los campamentos de refugiados, hay miles de saharauis formados en Cuba, los llamados “cubarahuis”, quienes hoy constituyen una enorme fuerza intelectual

Basado en un texto de Iroel Sánchez - Blog “La pupila insomne” (Cuba).- 10 años cumple FiSahara, el Festival de Cine del Sahara, que cada año se celebra en los campamentos de refugiados saharauis de Dajla, Argelia.
Allí, en los campamentos de refugiados, hay miles de saharauis formados en Cuba, los llamados “cubarahuis”, quienes hoy constituyen una enorme fuerza intelectual, profesional y también dirigente. Y que son prueba de la necesidad y la validez de la solidaridad entre los pueblos en resistencia. Aunque esta no sea noticia en los medios internacionales.

Cubarahuis: la solidaridad entre pueblos en resistencia es invisible para los medios
Cubainformación TV – Basado en un texto de Iroel Sánchez - Blog “La pupila insomne” (Cuba).- 10 años cumple FiSahara, el Festival de Cine del Sahara, que cada año se celebra en los campamentos de refugiados saharauis de Dajla, Argelia.
Dajla, con 32.000 habitantes, surgió hace 40 años, en pleno desierto argelino, tras la invasión del Sahara Occidental por parte de Marruecos. España, como hiciera con Cuba en 1898 al entregarla a EEUU, en 1975 abandonó el territorio del Sahara Occidental, cediéndolo a Marruecos. Desde entonces y hasta 1991, el pueblo saharaui practicó la lucha armada contra la ocupación marroquí. Y desde ese año, espera que se cumpla la promesa de un referéndum de autodeterminación con respaldo de Naciones Unidas.
La resistencia saharaui tiene en este Festival de Cine una oportunidad de mostrar su causa a invitados e invitadas de todo el mundo. También de denunciar la sistemática violación de derechos humanos en el Sahara ocupado, que los medios internacionales apenas mencionan.
Para estos medios tampoco es relevante la existencia de un muro de 2700 kilómetros, el Muro de la Vergüenza, construido por el régimen marroquí con ayuda de Israel y Arabia Saudita. Un muro cuyo mantenimiento cuesta, cada día, un millón y medio de dólares: un insulto no solo a la población saharaui, sino también a la población marroquí que sufre pobreza extrema.
Allí, en los campamentos de refugiados, hay miles de saharauis formados en Cuba, los llamados “cubarahuis”, quienes hoy constituyen una enorme fuerza intelectual, profesional y también dirigente. Y que son prueba de la necesidad y la validez de la solidaridad entre los pueblos en resistencia. Aunque esta no sea noticia en los medios internacionales.
Texto original

Los cubanahuis
Iroel Sánchez - Blog “La pupila insomne” (Cuba).- Desde hace diez años se realiza en los campamentos de refugiados saharauis el FiSahara, un Festival de Cine surgido por iniciativa del cineasta peruano Javier Corcuera.
Dajla, la sede del Festival, es una wilaya de 32 000 habitantes, que hace 40 años surgió del lado argelino cuando Marruecos arrebató a los saharauis su territorio. Las jaimas de las familias saharauis alojan durante el Festival a los invitados, por la noche se proyectan al aire libre las películas participantes y en el día se realizan talleres donde participa la población y especialmente los niños. Los saharauis comparten con los invitados lo muy poco que tienen, aquí donde desde el agua hasta la electricidad son escasas.
España, como hizo con Cuba en 1898 al entregarla a Estados Unidos, cedió en 1975 el territorio del Sahara Occidental a Marruecos. Desde entonces y hasta 1991 hubo una guerra que cesó al aceptarse un referéndum a realizar por la ONU, aún pendiente.
Los habitantes de Dajla, que sobreviven fundamentalmente con lo que les envía el programa de refugiados de la ONU, ven en el Festival una oportunidad para que su causa sea divulgada. Del lado de allá de un muro de 2700 kilómetros, construido por Marruecos, sus familiares sufren constantes violaciones de derechos humanos en el Sahara ocupado. El muro, construido con tecnología y asesoramiento israelí, cuesta un millón y medio de dólares cada día mientras el pueblo marroquí permanece en la miseria.
En la sala de prensa, donde acceder a Internet es casi una quimera, Liasda Lebsir me escucha hablar y me pregunta si soy cubano. Él dirige la escuela de arte saharaui en Bojador, estudió en Cuba y me dice que nadie los ha ayudado tanto como mis compatriotas. Su primera pregunta es cómo va la lucha por el regreso de Los Cinco cubanos condenados injustamente en Estados Unidos y me cuenta de un reportaje que vio sobre el tema en una televisora del Líbano. Liada no es el único cubanahui –así llaman a los miles de saharauis formados en Cuba- que me encuentro en mi primera mañana en Dajla, otro reconoce mi acento y me dice estudió en la Isla desde los catorce años, también un niño me habla de su hermano que cursa una carrera universitaria en La Habana.
Hasta en este lugar olvidado por la mano de Dios no es difícil comprobar que lo que en Miami llaman el “largo brazo del castrismo”, como los médicos cubanos que durante muchos años han servido en los campamentos saharauis, hace honor a la frase bíblica: Por sus hechos los conoceréis.

Cubainformación: