lunes, 25 de agosto de 2008

Facultad de medicina de Holguín acogerá a 23 mil estudiantes

La Facultad de Ciencias Médicas Mariana Grajales, de Holguín, acogerá el curso escolar 2008-2009 a más de 23 mil estudiantes de unos 30 países de América Latina y el Caribe, entre otros, incluído Cuba.

En exclusivas a la AIN la doctora Marieta Cutiño Rodríguez, decana de esa institución, destacó que la matrícula del período lectivo regular diurno es de más de tres mil 500 jóvenes, sin incluir el curso para trabajadores, así como también tienen más de mil 500 residentes de 52 especialidades.

Desde su fundación en 1976, esa casa de altos estudios ha graduado unos 10 mil profesionales y, actualmente, está insertada en el proceso de la universalización de la enseñanza superior en Cuba, aseveró.

En ese Programa de la Revolución tiene unos 18 mil estudiantes de las cinco carreras de las Ciencias Médicas: medicina, estomatología, tecnología de la salud con sus 21 perfiles, Licenciatura en enfermería y psicología, acotó.

Precisó que en el curso recién concluido en esa facultad egresaron mil 806 profesionales, con lo cual Holguín se ubicó en el cuarto lugar, superada por Ciudad de La Habana, Santiago de Cuba y Granma.

Del total de graduados más de 300 son de medicina y superan los 700 de las diferentes carreras de tecnología de la salud y otros 500 de Licenciatura en enfermería, lo cual constituye un aporte importante para la salud pública holguinera, enfatizó la doctora Cutiño Rodríguez.

La institución atiende a estudiantes de 29 países de América Latina, el Caribe y de la República Arabe Saharaui Democrática y, del total suman más de mil 500 de Bolivia con un modelo de estudio albergados en las casas de familia y participan 29 policlínicos de las 14 áreas de salud de la provincia.

Con alentadores resultados de promoción integral, el referido programa cuenta con una amplia participación social y comunitaria y el apoyo del Gobierno y el Partido en ese territorio, puntualizó la decana.

«Si mañana mi país consigue la independencia, vuelvo sin pensarlo»

«Allí hacen mucha falta ginecólogas y pediatras, pero no pude elegir». La joven saharaui, de 32 años, se prepara en la especialidad de Familia
«Si mañana mi país consigue la independencia, vuelvo sin pensarlo»
Fátima Moh. Alí. / R. SÁNCHEZ
Tiene 32 años. Su objetivo, como el de muchos miles de médicos en España, es terminar la residencia, o lo que es lo mismo, acabar el MIR en la especialidad de médico de Familia, aunque en realidad, de haber podido elegir, se habría decantado por la ginecología o la pediatría. «En mi país hace mucha falta», asegura. Su trabajo lo simultanéa entre el Centro de Salud de Santoña y el Hospital Comarcal de Laredo.

Como a cualquier chica de su edad, le gusta compartir con sus amigos el poco tiempo que le queda tras las largas horas de servicio. Le encantan los bailes de salón y la bachata, la salsa y el merengue. En todo caso, el dominicano Juan Luis Guerra es su artista preferido, aunque también tiene preferencia por los dos David españoles, «el Bustamante y el Bisbal», dice.

Hasta aquí, su perfil se podría corresponder con el de cualquier chica de su edad. Pero no estamos hablando de una médico española más. Ella es saharaui. Se llama Fátima Moh. Alí: «Pon el punto tras la hache para que no me confundan con el boxeador Mohamed Alí». Es de mediana estatura y aspecto muy cuidado. Esconde su timidez inicial tras unas gafas de color granate, luce pendientes y colgantes, y cuando arranca a hablar, no hay quien la pare.

Es la cuarta hija de seis hermanos. Tiene a su madre viviendo, como tantos refugiados del Sáhara, en el campamento argelino de Tindouf. Estudió en árabe en los colegios de éste lugar y cursó bachillerato en Argelia, antes de matricularse en Medicina en la Universidad de este mismo país.

A partir de ahí, se marchó a Cuba con una beca del gobierno de aquel país como casi el 90% de los estudiantes universitarios del Sáhara. «El resto, se marcha a Rusia o mínimamente lo hace en España», afirma.

De Cuba evoca los ocho meses que pasó aprendiendo español para incorporarse a la Facultad. «Mi padre, que murió en la guerra, lo hablaba por haber pertenecido en su día al Ejército de España. Mi madre, sin embargo, no».

Su estancia en la isla caribeña se prolongó durante más de tres años y medio. «No te puedes imaginar el cambio que supuso para mí, con otra religión, otra cultura», asegura.

Falta infraestructura

Luego, regresó de nuevo a Tindouf a ayudar a los suyos. Allí, no sobran médicos titulados. «No tenemos a nadie por encima que nos asesore. Los demás son personas que no han estudiado, pero que tienen la experiencia de la guerra. Trabajar allí, con los escasos medios que tenemos, es muy difícil, sobre todo para diagnosticar las patologías, sin disponer de apenas aparatos. Tienes que tener un buen ojo», enfatiza.

Ahora está en Cantabria gracias a la ONG Anarras (Amigos Navarros de la República Árabe Saharaui Democrática), que realiza hermanamientos con su país

Su vida transcurre entre el trabajo y las horas que dedica a dormir. «Es que terminas agotada».

Los ratos de ocio para compartir con los amigos y amigas, generalmente saharauis que viven en Bilbao, llegan algún que otro fin de semana.

En todo caso, dice que para sacar el MIR «tienes que llevar una vida de monja». Y es que -explica- «como yo tengo que trabajar para vivir, mantenerme, pagar el alquiler, etc., no tengo tiempo para nada y tengo que estudiar mucho».

El futuro pasa por conseguir esta titulación, «pero si mañana mi país consigue la independencia me vuelvo ya, sin pensarlo».

A pesar de la distancia, conserva sus costumbres, reza sus cinco veces al día, pero se toma la religión de forma moderada. «De hecho, ya ves que no voy tapada».

En Laredo suele vivir con una sobrina, que viene a España con familias de acogida y que ahora está en Sevilla.

A la hora de los agradecimientos no tiene fin. Desde su compañera de hospital, Edy Gutiérrez, quien la acompaña en la entrevista y es una gran conocedora de los problemas de Tindouf, donde acude regularmente para ayudar, al servicio de Urgencias del Hospital de Laredo, especialmente a Carlos Teja, Lorenzo, Manuel, Quevedo, Abascal, Méndez, internistas y doctores, enfermeros y auxiliares. En definitiva, «gracias a todos».

viernes, 15 de agosto de 2008

CIEN HORAS CON FIDEL

En la pagina 627, del libro CIEN HORAS CON FIDEL del escritor Ignacio Ramonet, el comandante Fidel Castro. Cita un ejemplo, que nos hace crecer a nosotros los saharauis con todo el orgullo.

R/Fidel castro......Ésa es una verdad que nosotros sabíamos hacía mucho rato y se impulsó la"guerra de todo el pueblo", la organización de todo el pueblo; porque también esta probado que a un pueblo que lucha no lo aplasta nadie....

P/¿Se refiere usted a Vietnam?

R/Bueno,hay otros casos también muy notables, como puede ser el del Sahara Occidental: a los Saharauis, en pleno desierto, donde no había ni bosques, no los derrotó nadie.




Sinceramente es un libro muy interesante, por lo cual les recomiendo a todos a leerlo.

miércoles, 6 de agosto de 2008

las huellas del pasado sobre el recuerdo de cada uno de nosotros

Campo de toronja
Aula de matemática

Matutino

Campismo Arenas Negras

Parque Infantil de Girona

Cine Caribe

Coppelia

Calle 39 en Nueva Girona

Docente de IPUEC 5 Vietnam

Área de IPUEC 5 Vietnam

Pasillo cantral IPUEC 5 Vietnam

Estalaciones deportivas, la 5 Vietnam

la entrada principal de IPUEC 5 Vietnam

Teatro de ESBEC 3 Vladimir Komarov

la entrada del comedor de la ESBEC 3 Vladimir komarov

Foto en la entrada de la escuela ESBEC 3 Vladimir Komarov
Si hay alguien esta interesado en publicar alguna foto, le puede enviar a la siguiente dirección de correo:

lunes, 4 de agosto de 2008

Carta de una niña cubana a los niños saharauis








Queridos niños:
Les mando muchos besos y abrazos a todos los niños saharauis. Hoy día 9 de junio rendimos homenaje a el mártir de nuestra escuela, ese hombre tan luchador se llama, el Uali Mostafa Seyeid.
Les quiero Mucho
Leyanis
Marianao la Habana, 9 de junio de 2008