sábado, 29 de septiembre de 2012

Palabras musicales que resuenan en el grito de un pueblo




Aziza Brahim, cantante compositora y percusionista saharaui  
Envuelta en la refrescante sombra de un árbol de Teneré, de esos que aparecen hincados de jalón en jalón en la vertiginosa inmensidad del desierto, Ljadra Mint Mabruk compuso un poema sobre un tanque. Invitada a una base militar en los territorios liberados del Frente Polisario, al este del infame muro que hace las veces de de acantilado insalvable entre los territorios del Sáhara Occidental, la rapsoda analfabeta, la Poeta del fusil, jamás había visto el interior de un carro de combate. Tampoco nunca empuñó ningún arma, a pesar de su apelativo, a no ser que por arma quiera entenderse la intensa fuerza de sus palabras.
Su grito era eco del clamor de un pueblo, el saharaui, 37 largos años abandonado en una esquina recóndita de Argelia, en el campo de refugiados de Tinduf, y separado de su otra mitad, presa en su propia tierra bajo control marroquí. Mabruk, el álbum que su nieta, Aziza Brahim, presenta el próximo 6 de octubre en la sala Galileo Galilei de Madrid, es y también es algo más que un homenaje a sus versos. Y que su musicalización. “Es un disco que concentra la intención de hacer evolucionar la música saharaui”, explica la cantante y compositora (Tinduf, 1976).
En la sala Galileo, Brahim tocará su disco acompañada de su grupo, Gulili Mankoo, hecho a base de músicos españoles y saharauis.
No todas las 14 canciones toman por letra los poemas de su abuela, ni el llanto del pueblo saharui. Otras hablan, simplemente, de la vida en la piel de un ser humano. “Del amor, de la naturaleza, de las personas, de anécdotas...”. Su ya de por sí inmensa sonrisa se le sale de la boca cuando habla de su música, que practica desde que era una niña -viene de familia de artistas, pues su madre también cantaba-, y que la llevó a Europa cuando en 1995 ganó el Concurso Nacional de Canción de la República Árabe Saharaui Democrática y consiguió un contrato con la discográfica Nube Negra. “Volví a los campamentos y después de un año decidí regresar a España para desarrollar mi carrera”, cuenta.
Y aquí sigue, aunque siempre intermitentemente, siempre viajando con su mensaje por maleta. “Es mi reivindicación para reflejar el sentir de un pueblo, para sacar todo lo que queremos decirle al mundo”. Una meta que también probó a alcanzar a través del cine, cuando compuso la banda sonora de la película Wilaya, de Pedro Pérez Rosado, donde también realizó un pequeño papel. La Biznaga de Plata del Festival de Cine de Málaga que le valieron hace unos meses sus composiciones, fue para ella “el mayor subidón”. Sobre todo porque, como explica, la cinta es la primera obra de ficción jamás realizada sobre su pueblo.
Tras las palabras de Mabruk, cantadas en hasanía, su lengua materna, y en español, que aprendió impecablemente en los ocho años que pasó en Cuba, país de donde recibió una beca de estudios a los once, suenan melodías de percusión del África Occidental. La misma Brahim toca el t'bal, un tambor tradicional haul. Pero también hay fogonazos de antiguo blues y rock, una mezcla inédita que, aunque surgida de un amor parejo por todos esos géneros, la tenía preocupada. “Tenía miedo de ver lo que decía la gente de mi país, pero a través de Facebook, de Twitter, en los conciertos, me han hecho ver que les gusta”.
En la sala Galileo, Brahim presentará su disco —autoproducido, dice, “para adueñarme de lo que hago”—, acompañada de su grupo, Gulili Mankoo, hecho a base de músicos españoles y saharauis. También habrá colaboraciones especiales de músicos africanos. “Es la primera vez que doy un concierto en Madrid con toda mi banda, tengo mucha expectación y ganas de disfrutar con el público”. Sobre el escenario, saludará a su público ataviada con una tradicional melfa, como la que lleva en la fotografía, y de la que se desprende durante la entrevista. “Si la porto en mis conciertos es porque es un símbolo de la esencia de las mujeres saharauis, y yo estoy orgullosa de ser mujer y de ser saharaui”.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Un mensaje de un Cubaraui al Secretario General de la ONU.

¿DONDE ESTAN NUESTRAS MUJERES?

  

Muchos cientificos sociales coinciden en que puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer.


Aplicado este concepto al caso saharaui, y repasando un poco la historia, veremos que las mujeres empezaron a dejar de ser un miembro amputado de la sociedad en el alba del advenimiento del nuevo Saharaui, que aspira a ser libre e independiente, de cualquier forma de poder que lo pueda manipular o someter.

Las mujeres han sido la piedra básica que ha sostenido la retaguardia durante los dificiles años de la guerra propriamente dicha. Han sacrificado para pintar de victoria a todos los ámbitos de lucha. Han estado salvando a las sucesivas generaciones de terribles pestes como el analfabetismo y otros tantos inenarrables padecimientos como la desnutrición y las infecciones, gracias a su incuestionable labor en educación y salud.

También han sido pioneras en la lucha diplomática por hacer escuchar y respetar la voz del pueblo saharaui en los amplios rincones de este mundo . Sin embargo, y dada la situación actual en lo que concierne a las mujeres en específico, el caso no puede sino ponernos ante la pregunta: ¿Continua realmente la emancipación femenina saharaui un curso sano y correspondiente a las exigencias de las circunstancias actuales de la marcha hacia ese mundo de realización que desde hace más de treinta años soñamos?

A ese respecto soy francamente escéptica. No hay que ir lejos para encontrar suficientes ejemplos que argumenten mi planteamiento o más bien preocupación por el estancamiento y la caída del peso de la labor femenina en la construcción de la nueva sociedad saharaui, independientemente del largo y cruel azote del exilio y la nefasta dependencia de la ayuda internacional.

Socialmente hablando, cuanto de políticas y decretos que regulan claramente el estatus social de la mujer, en materias como el casamiento - divorcio, tutela de los hijos y herencia-, son ejemplos evidentes de que la emancipación femenina hoy por hoy es más bien un ideal que realidad. O ¿acaso no es necesario ir trabajando continuamente y desde la base en función de romper con el dogma de los abusivos y arcaicos sistemas patriarcales, donde los hombres son los primeros, últimos y absolutos gobernadores e ingenieros de la familia, de la sociedad y desde luego del poder legislativo en general?.

Otro ejemplo, clásico quizás lo es la educación, donde se supone que la escolarización es obligatoria por igual para todos. Sin embargo en el caso de las mujeres me pregunto además si ello en la práctica significa que se trata solamente de la educación básica y por ende la producción de toneladas más bien de semianalfabetas que nunca pasarán del margen de la mediocridad. El número de universitarias por ejemplo que se han formado a lo largo de estos treinta años, y la cifra de éstas que acceden cada año a las universidades en el extranjero- no hay en los campamentos- en proporción con el sexo masculino sobre todo en lo últimos catorce años es una realidad que por sí impone mi escepticismo y preocupación.

Tal vez esta triste verdad, no tenga nada en especial si echamos una hojeada al informe anual del programa de Naciones Unidas para el desarrollo ( Arab Human Development Report 2003. UNDP) y en específico si tomamos en cuenta la tasa de analfabetismo femenino que reina en el mundo árabe en general y que por cierto oscila entre el 30 y 55% en la mayoría de los paises.

Lamentablemente no es ningun ejemplo que nos pueda inspirar a seguirlo, es más, una verdadera falta de dignidad y de respeto a la creación. No lo entiendo, si el Corán empieza con la sublime frase “Igraa” (aprende), si no me falta la traducción. Lo ha expresado claramente neutral como para que la educación en nuestro entorno sea patrimonio exclusivo de los hombres-masculino. No obstante a eso, lo que quiero resaltar es que no existe ningun argumento razonable que haga que la sociedad saharaui en el refugio retrocediese de la forma en que esta en cuanto a la cultivación, promoción e integración de las mujeres.

Con esta critíca no pretendo expresar ninguna forma de feminismo fanático e infundado, tampoco es mi intención inculcarle culpas a nadie, ni resaltar debilidades por resaltarlas. Pero sí quisiera alertar, porque y como ha dicho la historia, ” errar es de humanos, pero corregir a tiempo es solo de sabios”.

Lógicamente adentrándome en este tema, pienso que las sociedades son como el cuerpo humano, con dos mitades aunque diferentes de nombre- derecho e izquierdo- en la práctica son iguales y de igual imprescindibles. Deben tener así igual desarrollo para que el cuerpo pueda funcionar sin dificultades. Un cuerpo hemipléjico siempre estaría en deventaja respecto a si mismo y a los demás que no lo son. Lo mismo ocurre con las sociedades. Las mujeres son una de esas dos mitades imprescindibles para el buen funcionamiento de cualquier sociedad que aspira al progreso y bienestar colectivo.

Las mujeres saharauis son entonces un elemento de esa sociedad nuestra en particular que ha nacido de las cenizas del dolor y el sacrificio. Siempre serán necesarias no solo para garantizar el repuesto humano, sino también para poder acceder al objetivo capital de la faena que todavía entre manos tenemos, que es la independencia del Sahara y de los saharauis. Es un peligro potencial para la marcha de liberacion nacional, el curso actual que conoce la situación de las mujeres. Hay un retroceso oculto, que esta desintegrando lo logrado y a la vez esta constituyendo una catarata ante lo que queda por lograr y que no es poco.

La historia es el mejor testigo de que sin la integración femenina no se puede alcanzar el progreso en ninguna dirección. Las sociedades que se resisten a ello se autoengañan y se autdestruyen. Estarán por tanto condenadas eternamente a padecer de la hemiplejía social que les dificultará el acceso a cualquier fuente de bienestar o realización.

Partiendo además de las experiencias del entorno tanto regional como global, está claro que no basta con apoyar la escolarización de las niñas solo hasta la primaria. Promover la enseñanza superior y la formación continua es necesario y es vital, para lograr la integración de las mujeres, desde la cuna. Y evitar así los astrológicos gastos posteriores en las trabajosas y muchas veces sin resultados reales campañas de alfabetización.

No es menos cierto que las mujeres padecen a nivel universal, pero no hay que resignarse a esa lamentable realidad. Pienso que el surgimiento del sector privado en los campamentos está siendo un ejemplo clave de que las mujeres más allá de las fronteras del hogar, constituyen un actor económico capaz de producir riqueza que es necesaria para el desarrollo de la sociedad.

Habría que actuar inspirandose en el ejemplo de los que han cosechado éxitos y descansan en la sombra de los mismos. Para hacerlo bien, se necesita ante todo hacerse del uso de un buen “saber hacer político”, como parte integral de las estrategias nacionales. Un buen “how know” que produzca impacto significativo, lejos de las promesas frias y carentes de contenido.

El mercado de la política y de las ideas deben actuar además con la implementación de facto, de los decretos necesarios como la base legal para garantizarle seriedad a esas políticas y programas una vez puestos en marcha. Estamos a tiempo entonces para corregir fomentando la educación sana y desplegando medidas prácticas para abolir la inequidad de género que la ignorancia de los seres humanos ha inventado.

Tengo la conciencia y la convición de que existe una constelación compleja y delicada de factores que influyen o pueden influir en el logro de lo anteriormente expuesto. Pero no por ello debe dejar de ser un objetivo estratégico interno, fortalecer las posibilidades de realización y por ende la posición social del otro lado de la comunidad que son las mujeres. Y no por ello se debe seguir anclados en este peligroso puerto - parada que sólo conduce a más estigmatización y marginalización de las mujeres. Agudizando así la doble carga que supone el exilio, y sus secuelas.

Sé que nada se logra de la noche a la mañana, pero estoy convencida de que para lograr ser una parte igual de importante en el cuerpo de nuestra sociedad, al menos nosotras las mujeres debemos poner estas cuestiones en el ojo de mira. Habrá entonces que ir removiendo el suelo, y sembrar las semillas aunque la lluvia tarde en llegar.

Más información en la página web:
http://www.mujeresdajla.org/web/ 



jueves, 20 de septiembre de 2012

Recuerdan a Julius Fucik en graduación de jóvenes saharauíes en Cuba


Concluyeron curso de periodismo audivisual en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”
Estudiantes de la República Árabe Saharauí Democrática (RASD) concluyeron en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí un curso de periodismo audivisual, en coordinación con el Instituto Cubano de Radio y Televisión y el equipo de trabajo de la televisión de la agencia Prensa Latina. 
Con una actividad en la Casa de la Prensa, en la que estuvieron presentes Tubal Páez, presidente de la UPEC, y el embajador de la RASD, Malainin Etkana, así como directivos del Instituto Internacional de Periodismo y profesores, entregaron los diplomas correspondientes. 
La ocasión fue propicia para que Tubal Páez hiciera mención al periodista checo Julio Fucik y al 8 de septiembre, aniversario 69 de su asesinato en Berlín por el fascismo hitleriano. Fucik  escribió desde la prisión el testimonio “Reportaje al pie de la horca” que ha quedado como una obra de buen periodismo. Los periodistas honestos y revolucionarios de todo el mundo recuerdan el ejemplo de Fucik y celebran cada año el Día Internacional del Periodista.  
El curso se realizó entre el 17 de julio y el 6 de septiembre. Los alumnos recibieron clases teóricas y prácticas, así como conferencias y talleres a cargo de un claustro de preparación académica, que incluyó a tres doctores en ciencia, cinco master y otros profesores con elevada calidad profesional en el medio audivisual. 
Realizaron, además, entrenamiento práctico en el telecentro Perlavisión, de Cienfuegos, y en el Sistema Informativo de la Televisión Cubana. 
Entre las materias que les fueron impartidas estuvieron Géneros periodísticos en la televisión, Tendencias contemporáneas del periodismo audivisual, Semiótica de la imagen, Grabación y edición en escenario digital, Corresponsalía de guerra (experiencias de Telesur en Libia), Fotografía en la Televisión y Edición, entre otras. 
La agencia Prensa Latina, y en especial el equipo de trabajo de PLTV, puso a disposición del curso, en su última etapa, una cámara de televisión, su estudio y cabina de edición con fines docentes. 
Los estudiantes graduados Jalil, Saleh y Mohamed hablaron en el acto. 
Según el claustro del Instituto Internacional de Periodismo José Martí fueron cumplidas satisfactoriamente los objetivos pedagógicos previstos y los tres estudiantes saharuíes, que demostraron gran interés y afán de superación, están capacitados para cumplir lo aprendido en su tierra natal.  
(Cubaperiodistas.cu)

Graduados primeros saharauis en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”


  

La Habana, 11/09/2012 (SPS).- Con una emotiva y cálida ceremonia en la que se hizo entrega de los diplomas, se daba por finalizada una extensa etapa de formación en el periodismo audiovisual a estudiantes saharauis. Formación que estuvo a cargo  del Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” perteneciente a la Unión de Periodistas y Escritores Cubanos (UPEC).

El grupo que estuvo conformado  por tres estudiantes, Mohamed Abderrahman (Wadha), SalehYarba y Jalil Mohamed Abdelaziz,  tendrán como misión incorporarse en breves momentos a la RASD TV y a la realización de un telediario en idioma castellano, con el objetivo de potenciar la labor de los medios de comunicación saharauis en aras de romper el bloqueo mediático y extender los alcances de la lucha saharaui.

En el acto de clausura, que se llevó a cabo en la sede central de la UPEC, contó con la presencia de Tubal Páez, Presidente de la UPEC, Hivalina  Rodríguez,  funcionaria del comité central de PCC, directores y profesores de la entidad docente.  Mientras que por la parte saharaui estuvo presente el Embajador Saharaui en cuba, Malainin Etkana.

Tubal Páez manifestó que "el pueblo saharaui es un pueblo luchador que merece su independencia y que estos tres estudiantes que se gradúan hoy, han estado a la altura de esa honra que tiene el pueblo saharaui de luchar por su libertad" y  reiteró "la disposición de Cuba a seguir contribuyendo con su modesto pero sincero esfuerzo en la lucha del pueblo saharaui".

El intelectual cubano recalcó  la necesidad que urge "el derrumbar el bloqueo mediático impuesto por Marruecos y los grandes medios de comunicación masiva, como se estila en las guerras mediáticas de hoy".

Por su parte, el diplomático saharaui agradeció una vez más a las autoridades cubanas por su firme posición con la causa saharaui y valoró este gesto solidario en la formación de los cuadros saharauis. (SPS)